lunes, 1 de abril de 2013

LAS 3D EN LOS PROBLEMAS DE MALA GESTIÓN ADMINISTRATIVA

Los líderes más expertos advierten de los peligros de confiarse demasiado. Suelen citar ejemplos en los que se encuentran en medio de un intenso trabajo y "quieren seguir la racha". Esto les lleva a quitarse de en medio todo lo que parezca un problema y siguen adelante. Resultado: Los pequeños obstáculos se convierten en grandes crisis.

El momento para afrontar problemas es cuando aparecen por primera vez, eso puede significar algo tan simple como aclarar una norma a un empleado, disculparse por un error, o reenviar un  correo electrónico equivocado, de otro modo estaremos expuestos a padecer las 3 D de una mala gestión, a saber:

DESENTENDERSE
Resulta tentador pasar por alto la evidencia de un problema cuando estamos ocupados en otros asuntos, pero una vez que comenzamos a desentendernos de las señales de alerta, podemos interpretar casi cualquier contratiempo como "el precio por hacer negocios", o como "un problema pasajero".
Imaginemos que sabemos que un proveedor tarda mucho y su producto es de baja calidad, pero decimos: "No es importante. Ya mejorará". Sin embargo, cuando el servicio de un proveedor comienza a desmoronarse es probable que siga cayendo en picado y empeore. Es el momento de hablar, expresar nuestro descontento y prevenir una situación de mayor erosión en el servicio.

DEFORMAR
Algunos líderes deforman la realidad y perciben un problema según les convenga. Pueden exagerar la importancia de las buenas noticias y ver las malas como "una bendición oculta". Aunque resulta conveniente mantener una actitud positiva, podemos estar exagerando si convertimos genuinamente los indicadores de problemas en "buenos augurios"

DESPACHAR
Si elimina las pruebas de un problema no tendrá que enfrentarse a él. La negación puede ayudarnos a arreglárnosla en el corto plazo, pero eso se extiende, nuestros compañeros, directivos y empleados podrían seguir nuestro camino y despachar las crecientes crisis que se presenten delante de sus narices, haciendo oídos sordos.

Los problemas suelen mostrarse en etapas (en concreto 6, que dejaré para la siguiente entrada), comienzan siendo pequeños y van adquiriendo tanto frecuencia, como gravedad si no se atienden. Afrontemos los problemas enseguida para reducir o eliminar réplicas perjudiciales.

Los líderes ágiles detectan los problemas al instante, solicitan consejo para solucionarlos, escriben sus opiniones y emprenden acciones decisivas a tiempo.


No hay comentarios :

Publicar un comentario